Michael Jordán, que venia con un historial magnifico, logrando el campeonato con la Universidad de North Carolina, empezó a cambiar la cara de un equipo, que quería crecer y llamar la atención de los grandes. Poco a poco se fue conformando aquel grupo de jugadores que lograría plantar cara a esa dictadura que tenían los Ángeles Lakers, Boston Celtics y Detroit Pistons.
Para el año 1987, llegaría Scottie Pippen, el complemento perfecto que esperaba Jordán y con el, lucharían contra los imparables Bad Boys de Detroit en tres finales de conferencia para las temporadas del 88 a la 90.Cada vez se hacía mas evidente que pronto aspirarían al titulo, lo cual, no tardo en llegar; en la siguiente temporada, conseguirían su primera final contra los Ángeles Lakers, ganando la serie con contundencia por 4 a 1.
Luego ya todos saben la historia, los años noventa fueron casi en su totalidad dominados por los Bulls, con Jordán como Quijote y Pippen como el fiel escudero Sancho. Seis títulos al bolsillo e innumerables records y MVP`s fueron su recompensa.
Me alegra haber vivido esa época, en donde influenciado por este magnifico equipo, practique muchísimo baloncesto, que considero como mi segundo deporte, además de que me encanta por ser tan completo a nivel físico. Recuerdo bien que la fiebre era tal, que todos los fines de semana, iba tempranito con mi hermano a jugar en las canchas de mi liceo (LUA) o la oportunidad en unas vacaciones en Puerto Ordaz, donde logre obtener el permiso para poder usar las canchas del INCE, llevando este deporte a mis amigos de por allá, quienes al despedirme al final del verano, me llamaron "Chamo Jordán".
Esperen la próxima entrega de Alineación de planetas...
No hay comentarios:
Publicar un comentario