El planeta esta arrecho!!!!

Faltaban veinte minutos para las cinco de la mañana del lunes 04 de mayo y se nos movió hasta el alma. Un temblor de 5.3 en escala de Richter que duro unos quince segundos aproximadamente, nos despertó con un rugido impresionante, un sonido parecido a un camión 750 que atravesara nuestra casa. Todo se meció de un lado al otro y la cama vibró de forma intensa.

Para mí fue bien interesante por ser el primero que he vivido conscientemente y no me asusto pero si tuvo sus consecuencias, ya que a nivel energético me afecto un poco y me dejo una sensación de emoción algo sádica, que no se cómo explicarla, es como desear que vuelva a suceder pronto pero un poco más fuerte.

Aquel sonido no deja de repetirse en mi cabeza GrrrRRRRRRRR.

Quizá en este momento no estoy pensando en las consecuencias reales de suceder un temblor de mayor magnitud y estoy seguro que no estamos preparados para una situación así, pero en mi quedo faltando un pedacito de ese instante tanto pequeño pero tan intenso.

Ya veremos que nos tiene guardado la naturaleza…
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Esto lo publique el 05 de mayo del año pasado, pocos meses después nos sacudió otro temblor de una intensidad mayor, en donde pude apreciar un poco más, el poder de este tipo de fenómenos, pero este año, hay algo diferente en el ambiente; de entrada nos recibieron con el terremoto de Haití, catástrofe que ya ha sobrepasado los 200 mil muertos y ahora en Chile, otro de 8.8 en la escala de Richter, segundo más grande de Latinoamérica y que gracias a la buena previsión e infraestructura que tiene este país, las cifras de damnificados no son tan terribles como con la pobre gente de Haití.

Además no dejan de escucharse noticias sobre movimientos telúricos en otros puntos del planeta, Argentina, Ecuador, Colombia, Japón, Taiwán, filipinas y otros que se me escapan. Las alarmas de Tsunamis que son consecuencias de los anteriores, las olas de calor que nos tienen sudando la gota gorda, el desprendimiento de un Iceberg gigante en la Antártida, el océano revuelto con olas de casi diez metros que azotaron el crucero Chipriota, en fin una cantidad de sucesos que no pueden escapar a la vista de todos y que nos tienen que llamar a la reflexión.

En estos días publique una nota en el facebook en base al terremoto de Chile, que decía, “Sorprendido con lo de Chile y expectante de como la tierra se está manifestando. será que pronto nos toca a nosotros???” y mi esposa que estudia letras, me dijo que estaba mal redactado, que la palabra “expectante” no está bien usada, sugiriéndome “angustiado” porque se adaptaba mejor, pero mi realidad es otra, porque no es angustia lo que siento y lo puedo explicar utilizando uno de los comentarios que me dejo un amigo: "cuando las pulgas ladillan demasiado al perro... el perro se sacude y se las rasca... yo diría que si, seguimos nosotros y ya era tiempo". Justamente lo que siento es la expectación de saber si yo seré una de esas pulgas que tendrá la fortaleza para mantenerse en el perro o seré del grupo que caerán para siempre.

El planeta ya no encuentra la manera de gritarnos y hacernos ver que tenemos que cuidarlo, así que reflexionen en qué forma están colaborando o no, con el mantenimiento del medio ambiente.

Vivan intensamente cada día, pero con conciencia ecológica para cuidar lo que queda de esta , "nuestra contaminada y única, nave espacial que tenemos todos los seres vivientes, nuestro planeta tierra" como dice Walter Martinez.